martes, 29 de abril de 2008

hoteles capsula

Uno de los mitos de Japón, y en particular de Tokyo, son los hoteles cápsula. Básicamente se trata de dormir en una especie de urna de unos 100x100x215 cm que ofrece una mínima privacidad y unos servicios individuales básicos cómo luz, TV y radio individual y… poco más. Todo lo demás, es compartido, incluyendo por supuesto los baños, que son de estilo Japonés: nada de duchas occidentales, un taburete en el suelo y un cubo y una esponja para lavarse. Normalmente son usados por hombres de negocios japoneses que pierden el último tren de vuelta a casa o están demasiado borrachos como para presentarse con su familia (ambos puntos bastante comunes como pude comprobar)

El funcionamiento es el el siguiente

  • el check in normalmente es en una máquina que, por unos 3,000 yenes (unos 22 euros) te da la llave de una taquilla. Los hoteles cápsulas son solo para hombres la mayoría de las veces, y no se pueden hacer reservas con antelación. Ningún documento (pasaporte, tarjeta de crédito, etc) es requerido.
  • la llave abre una taquilla donde encuentras un kimono japonés, zapatillas de casa, y algún accesorio de baño como cepillo o cuchilla. Ahí te cambias y dejas todas tus posesiones, no se permite introducir prácticamente nada en la cápsula
  • las reglas son claras, en las cápsulas y en las áreas comunes, todo el mundo con kimono, descalzo y en silencio
  • algunas hoteles tienen cápsulas con puerta hermética, pero la mayoría sólo una cortina. Por tanto no tienes control sobre la temperatura, que suele estar demasiado alta. Calculo que unos 25-27c
  • Llegas a tu cápsula, te quitas las zapatillas y…. A dormir! Poco más se puede hacer en la cápsula a parte de leer o ver la TV, que normalmente es Pay per view.
El calor puede agobiarte bastante si eres sensible, y combinado con la ausencia total de ventilación de la cápsula, te puede dar ataques de claustrofobia bastante severos. Yo estuve a punto varias veces pero cerrando los ojos y relajandome, al final pasé una buena noche
Después de algunos ronquidos amortiguados por los tapones que usé, hacia las 6am comienza la secuencia de despertadores de los vecinos de cápsula: 6am, 6:15, 6:20, 6:23, 6:57, 7:03:56.002, 7:03:56.007…. ¿no podrían despertarse todos a la vez?

El checkout normalmente es hacia las 10 por lo que tienes que moverte y poceder al baño sato, que consiste en sentarse desnudo en un taburete de 15cm de altura bastante repugnante y lavarse con una toalla mojada y una pastilla de jabón. Curiosamente, suele haber sauna (????)
Por último, recuperas tus pertencias de la taquilla… y listos para un nuevo día. Lamentablemente, el buffet de desayuno con Champagne Mímóse y huevos Benedictine no está incluído.

La experiencia fue muy interesante, creo que es una opción muy recomendable si se planea estar poco tiempo en el hotel o se viaja solo. Normalmente están en sitios muy céntricos y permiten exprimir al máximo al día (más que nada por que no te queda otra opción). El único punto que mejoraría es la ventilación, creo que no costaría mucho poner un ventilador tipo los del avión en cada cápsula para sentir algo de frescura encerrado en tan poco espacio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Los hoteles cápsulas son solo para mujeres la mayoría de las veces". ¿Seguro?