sábado, 9 de febrero de 2008

TSA


La seguridad en los aeropuertos es algo desde luego muy serio. Los que vuelan a menudo tienen sus trucos para suavizar, cual vaselina hidrosoluble, la violación en grupo a la que se es sometido. Mi parte favorita, por ser la más estresante y desagradable, es el control de seguridad. Sobre todo si vuelas con equipaje de mano.

La situación es que llegas al aeropuerto, en mi caso normalmente con el tiempo justo o 5 minutos de "margen", acelerado y con múltiples dispositivos susceptibles de causar una tragedia aerea tales como iPod, reloj o un cinturón. Después de librarte de todo esto, llenando un mínimo de 4 bandejas (no se olvide por favor de sacar el portátil del trolley, ya que debe ir en una cesta a parte), pasas el detector de metales y los malditos 3 centavos que te has dejado olvidados en el pequeño bolsillo de los jeans exigen su cuota de atención y hacen que se dispare todo el protolo seek and destroy de potenciales terroristas, tumbaviones, y malhechores en general.

Serás amasado cual hogaza de plan de pueblo por un señor pertrecho con guantes de latex que se puso cuando empezó su turno hace diez horas (por favor, Mr. agent, prefiero que me cachee con las manos que esos guantes blancuzcos, polvorientos y ligeramente grasientos… o mejor, use un palito!!), pero lo más preocupante es que el officer normalmente es extraordinariamente fornido para la tarea que desempeña.

No hay que ser superficial, y dejarse llevar por las apariencias, pero en los muchos vuelos que tomo, normalmente a los que peor se lo hacen pasar es a los viajeros que aparentan menos peligro. No dijo que haya que establecer unos parámetros lombrosianos de apariencia de peligrosidad, o una cuota de centímetros cuadrados de piel tatuada para ser considerado gamberro pandillero, pero por favor, las cosas que he visto que les hacen a los personajes mas cómicamente no-peligrosos es muy fuerte.

Hoy mismo en JFK estaban gritando, con muy mala leche, hay que decirlo, a un pobre señor de unos 70, que llevaba un sonotone!! Y el TSA por atrás ladrando que separe las piernas!!!. Coño! Que lleva un sonotone! Háblele a la cara , por lo menos.

Al venir, en LAX, estaban sometiendo a un control carcelario a una señora, con sendas ojeras cavernosas y con tres niños entre 2 y 5 años, dos de ellos en sillita. Por favor!!! Qué peligro tienen?? Una bomba de caca???

Pero lo peor, hace poco, a una anciana, minúscula, posiblemente mayor de 90 en silla de ruedas. Le hicieron levantarse, o mejor, la levantaron…, un momento, ahora entiendo lo del señor fornido!! Y le hicieron recordar partes de su cuerpo que posiblemente no le habían dado guerra desde su alegre adolescencia. Por Dios! Lo único que puede hacer esta ancianita es coger carrerilla desde la cola con la silla para intentar derribar la puerta del cockpit!

En fín, las reglas están para cumplirlas, pero hágase con sentido común y humanidad, carajo!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si se guiasen por el aspecto, entonces nunca pillarian a los terroristas. O es que crees que van a ir con turbante y barba??

Mira que es una manera buena de pasar una bomba por un control, metida entre la bateria de una silla de esas electricas jejjeje