miércoles, 20 de febrero de 2008

ensenada (II)

Todo ha pasado deprisa y hasta hoy no he tenido un rato para sentarme a escribir algo sobre el fin de semana en Baja California.

Todo empezó con un más que agradable brunch en Laguna Beach, después de salir sin mucho problema de mega LA. Cruzar la frontera por Tijuana fue una experiencia interesante. Es cuestión de cruzar 100 metros en territorio mexicano, y todo es algo diferente. Sobre todo la zona fronteriza, está bastante descuidada y abandonada. El centro de Tijuana es bastante agradable, en contraste, con avenidas de estilo europeo (como echaba de menos las rotondas!, creo que son mas eficientes que los cruces que usan en estados unidos).

Logisticamente hablando, es algo complicado organizar el viajecito... normalmente los seguros en estados unidos no te cubren cuando cruzas la frontera, y por tanto hay que comprar un seguro adicional para los días que estés al otro lado de la frontera. Y no son baratos. Sobretodo porque los brokers de seguros tienen unas tasas mínimas que te cobran aunque el importe del seguro sea bajo. Preparar todos los papeles también lleva su tiempo, tienes que tener todo en regla si no quieres quedarte el Mexico una temporadita.

La estancia en Ensenada excedió mis expectativas a muchos niveles diferentes y no se va a dar envidia relatando lo acontecido. Pero muy recomendable el valle de Guadalupe y sus viñedos, un auténtico tesoro. Para los que hayan estado en Napa-Sonoma (bay area), imáginese esta zona hace cincuenta años, antes del boom turístico.

Cruzar la frontera de vuelta es bastante incomodo. Muy incómodo. Estuvimos esperando tres horas en la polvorienta cola de la frontera, rodeados de cientos de coches y decenas de personajes deambulando alrededor de los coches intentando vender todo tipo de productos, desde comida preparada en la cuneta hasta artesanía mexicana. Es bastante deprimente, muchos están más o menos impedidos físicamente o mentalmente y también se ven muchos niños pidiendo limosna. No es agradable, y es recomendable ir preparado, con agua, haber ido al baño y mucha paciencia. La media parece estar entre 2 y 4 horas de espera.

Es curioso, porque el proceso en sí de cruzar la frontera dura 30 segundos: comprobar pasaportes, preguntas rutinarias y comprobar el maletero si llevas algún mexicano escondido. Es todo. Y hay como 10-14 puestos de entrada, con lo que son más de 20 coches por minuto! no sé porqué se forman esos atascos de kilómetros y kilómetros.

Estábamos tan aburridos de coche que decidimos recordar mis tiempos en San Diego (pasé casi tres semanas en el año 2003) y nos fuimos a cenar a Seaport Village, una de las zonas más monas de SD. Bonitos recuerdos! Sentía que se cerraba un círculo abierto desde hacía 5 años.

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