martes, 15 de julio de 2008

midiendo eficacia en sistemas sanitarios

En sistemas universales, como el británico o el español, cada nuevo tratamiento es evaluado de cara a ser incluído en el catálogo de procedimientos y fármacos disponibles. En esta valoración, se tiene en cuenta la peligrosa relación costo/beneficio en términos sanitarios.

¿Por qué peligrosa relación? cómo cuantificar el beneficio, por ejemplo, cuánto vale un año extra de vida?, o en términos de análisis marginal, ¿cuánto vale un día extra?, o peor aún, ¿vale lo mismo un año extra de vida a los 25 versus a los 85 años de edad? Dificil, dificil, decidir si un tratamiento que cuesta $100,000 y ofrece 3 meses extra de vida a un enfermo de cáncer (datos reales) es adecuado (cost-effectiveness analysis)

Las fuerzas que actúan en esta evaluación son intensas:

  • Las farmaceúticas y fabricantes de dispositivos generan tratamientos cada vez más avanzados y caros, pero no por definición mejores. Industria poderosa que es, manejan múltiples lobbies en Washington controlando posibles leyes y debtes
  • La opinión pública es sensible, todo el mundo tiene una opinión (muy relacionada con la idea política general), muchas veces sin estudiar las implicaciones y consecuencias a nivel del sistema.
  • A veces el precio político para un gobierno de implantar alguna de estas medidas es muy superior al precio monetario de mantener políticas no-óptimas (leí un artículo muy interesante relacionando ahorro económico-desgaste político-número de votos, con cálculos tabú de dólar/voto)

Los seguros for-profit, ansiosos por reducir gastos, podrían hacer su propia interpretación de una hipotética tabla de cost-effectiveness y hacer uso malvado de la misma (ponderando mucho más el denominador que el numerador en el ratio años/dolar) a la hora de aprobar tratamientos

Este debate es interno, oscuro y alejado de los medios. En el Reino Unido se usa un análisis paralelo, clinical-effectiveness, que compara los tratamientos con su coste y su efecto para incluirlo en el portfolio de tramientos. Una vez aprovado, se usa un análisis comparitive-effectiveness: sin tener en cuenta el costo, se comparan los tratamientos particularizados para el paciente en base al beneficio obtenido. La verdad es que no sé cómo funciona en españa, si álguien lo sabe me gustaría que me lo dijera.

Pero en Estados Unidos es todavía más complejo!

  • La FDA no puede incluir el precio de un fármaco al evaluarlo
  • La FDA se limita a comprobar la eficacia del nuevo fármaco frente a un placebo, pero no contra otras alternativas que pueden ser más eficaces y baratas

Y el gran problema. Cuando la FDA aprueba un tratamiento, Medicare normalmente lo incluye en el catálogo, con el resultado que todos sabemos. Los seguros, de cara a mejorar la imágen pública hacen lo mismo, con el resultado de pasar el incremento en costos al consumidor en forma de tarifas más altas

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